domingo, 16 de noviembre de 2014

¡Tráiler animado de ORAS!

No resultó ser un especial, sino un comercial -bastante largo y muy precioso, eso sí- de los juegos que están a menos de una semana de salir a la venta oficialmente. ¡Babeen!

jueves, 13 de noviembre de 2014

¡A new challenger appears!

¡Era hora, carajo! Después de cuatro días sin novedades de la Coro Coro, que ésta vez tardó más que nunca en filtrarse, aparecieron los primeros scans con la última información que tendremos de Pokémon Omega Ruby & Alpha Sapphire antes de que salgan a la venta en todo el mundo. ¿Las novedades? Pocas, a decir verdad. Tenemos un paneo general a una variedad de legendarios que podremos conseguir en el juego a través de códigos y eventos especiales, un vistazo a Wallace que de todas formas descubrimos hace ya un par de semanas cuando se filtraron los artworks de los personajes, un avance de lo que será una esperada y espectacular batalla en el espacio entre Rayquaza y Deoxys -¡fuck yeah! ahora denle su mega a esa cosa, que saben que tarde o temprano lo harán xD- y, por último... ¡La introducción al juego de Higana; un personaje completamente original! 



Y no es cualquier personaje, o al menos su diseño extremadamente groso y cuidado, así como la relevancia que se le da poniéndola en el centro de la imagen promocional con actitud badass, nos da la pista de que su influencia en el desarrollo de los acontecimientos podría incluso rivalizar con la de N en la saga de Black & White. Con un diseño lleno de detalles que aumentan su nivel de GAR hasta límites desconocidos para la inocente franquicia de Pokémon -como una jodida capa y una tobillera en espiral donde aparentemente porta su mega-cosa-, Higana se presenta como la alternativa perfecta a Kill la Kill o Tengen Toppa Gurren Lagann del universo de monstruos de bolsillos. Tiene un Salamance y... un Whismur. Oh bueno, no se puede ser perfecto en todo.



Por otra parte, quiero creer que Higana no es solo una perfecta distracción para desviar nuestros corazones de Mega Flygon y Mega Milotic... ¡Los queremos confirmados ya! Hoenn es el reino de la confirmación, no pueden no existir.

domingo, 9 de noviembre de 2014

Se viene un especial animado de ORAS

Los últimos años fueron considerablemente generosos con nosotros en cuanto a la relación de Pokémon y el anime. No solo porque la actual saga de Pokémon XY parece estar a años luz de su predecesora y se coloca cómodamente como una de las mejores temporadas tras DP y, quizás, la original de Kanto... Sino porque los malvados empresarios japoneses decidieron ser buenos y considerados, y nos regalaron tres especiales animados diferentes que aumentaron nuestro hype de forma notable.

Primero llegaron los comerciales animados de Pokémon Black 2 & Pokémon White 2, los cuales nos introdujeron como nada antes en la nueva Unova; develando el diseño más oscuro y estúpidamente sensual del Team Plasma y algunos otros como el de la líder de gimnasio Elesa y su pasión por la tintura. La animación era fluida y completamente distinta a la que nos tuvo acostumbrados durante tantos años el anime original.
Más tarde nos regalaron una de las piezas más hermosas de todo el universo de monstruos de bolsillo: Pokémon The Origins; un especial de dos horas de duración dividido en cuatro segmentos bien diferenciados *especialmente por el declive en la animación del segundo y tercero, ehm* que nos llevaba de regreso a la vieja gloria de la primera generación, de Kanto, de Red y Green, de los Chansey imposibles de atrapar en el Safari y los misterios de Lavander. Una animación aún mejor que la de los "súper comerciales" de B2W2 y un final que nos introducía de manera genial a los nuevos juegos de Pokémon XY, gracias a la revelación de Mega Charizard X, fueron un mimo que muchos necesitábamos.
Actualmente, y en paralelo a lo que sucede en las aventuras de Ash y cía. por Kalos, transcurren los especiales conocidos como Pokémon: Strongest Mega Evolution, donde se nos presenta la historia de Alan y su misión de recolectar toda la información posible sobre las mega evoluciones, a la vez que se enfrenta sin pudor a cualquiera de éstas poderosas bestias valiéndose de su Mega Charizard X. Y que tiene una bufanda muy, muy fea. xD

Sin embargo, ésta entrada busca ser una noticia y no solo un repaso a los últimos especiales animados de Pokémon -me dejé afuera, ahora que lo pienso, algunos de Pokémon Ranger y el genial especial de Raikou-, y la noticia puede venirse muy jugosa: Próximamente, el 16 de Noviembre, se emitirá en Japón un especial animado de Pokémon Omega Ruby y Alpha Sapphire. No hay muchos datos al respecto, pero todo apunta a que se tratará de un corto de veinte minutos que nos introduzca en las nociones básicas de los remakes, con animación a la altura de los comerciales de B2W2 o The Origins y toda la cosha golda.

Salió apenas un minúsculo fragmento en un video, pero vale la pena compartirlo.


jueves, 23 de octubre de 2014

[TOP 10] Pokémon Tipo Fantasma

Octubre es el mes de Halloween, esa festividad totalmente ajena a mi país pero tremendamente adherida a mis costumbres como niño criado por la televisión de los '90s, las películas de terror y las historias de fantasmas. Y no me hagan hablar de los dulces y las travesuras.
Por supuesto no podía dejar pasar esta oportunidad para realizar una entrada temática -aunque la de Shiftry ya se ve lo suficientemente perturbadora- que relacione al mundo de Pokémon con la Noche de Brujas. No hay que ser muy inteligente: o hago una hablando de creepypastas y metiéndoles el tema de Lavander Town hasta por el ombligo, o... Hago un top. Y como desde el principio supe que iba a dedicar una serie de artículos mensuales a hablar sobre mis Pokémon favoritos de acuerdo a tipos o características específicas que tengan en común, no hay mejor arranque posible que haciéndolo sobre los fantasmas.

El tipo fantasma empezó sus andanzas práctica-y paradójica-mente muerto, sin más representantes que Gastly y sus hermanos mayores, quienes, sin embargo, brindaban una excelente alternativa para enfrentar a poderosos Pokémon psíquicos burlando su velocidad y eludiendo además ataques terriblemente populares en épocas de Gen I como Earthquake y el ahora devaluado Hyper Beam. Rápidamente ganó un prestigio similar al del casi indestructible tipo dragón, que contaba también con solo una cadena evolutiva representante y 
que, encima, apenas y contaba con ataques propios. Tristemente los fantasmas tóxicos sufrían al enfrentarse a los temidos Alakazam y Mewtwo. Con la llegada de un nuevo representante en Gen II, Misdreavus, la cosa no mejoró mucho, opacados aún más por la flamante llegada del ofensivo tipo siniestro y el resistente acero. Fue recién en Hoenn cuando el potencial de nuestros amigos fantasmagóricos pudo elevarse sobremanera gracias a espectros que al día de hoy cuentan con aceptable uso en el mundo competitivo, tales como Sableye y su imbatible dualidad de tipos, o Dusclops y sus defensas. Mierda, hasta un Shedinja de papel era casi imposible de aniquilar cuando recién empezaba a vérselo en competitivo. Poco a poco se fueron incorporando valiosos miembros a las filas del más allá en el mundo Pokémon, siendo al día de hoy un tipo plagado de monstruos competitivos -¿les suena un tal Aegislash?- y, sobre todo, de grandes diseños visuales y conceptuales. No hay prácticamente Pokémon de tipo fantasma que resulten intrascendentes, y la enorme mayoría cuenta con trasfondos que valen la pena explorarse. 

Sin más vacilación, entro de lleno con el Top 10 de mis Pokémon favoritos del tipo fantasma. ¡Que lo disfruten!




#10
Drifblim

El misterioso globo que vuela errante por las noches, empujado por los vientos. Leído así suena mucho más místico e interesante que lo que podemos prejuzgar por su extraño diseño, pero Drifblim es un Pokémon muy curioso y una gran idea para surcar los cielos con estilo. La cuarta generación trajo no pocos cambios en los diseños, volviéndose muchos de los nuevos Pokémon aún más complejos, retorcidos y "digimonizados" que en la tercera. Y el fantasma volador no fue la excepción, aunque por alguna razón su aspecto no luce pretencioso. De hecho, no es para nada un fantasma que busque resultar intimidante, sino simplemente una... Cosa redonda, violeta y con una nubecita en la cabeza que flota por ahí sin molestar a nadie. Excepto quizás a los incautos que aceptan dejarse llevar por ellos, que misteriosamente acaban perdiéndose entre las nubes para no volver a ser vistos jamás... Pero divago. Drifblim es un gran Pokémon, con uno de los diseños más simpáticos y pelucheables de Sinnoh y que siempre le va a aportar un 100% extra de personalidad a tu equipo.

#9
Duskull

Él es un caso especial. Los dos Pokémon con los que descubrí de lleno el mundo de Hoenn y la tercera generación de videojuegos fueron Rayquaza y Duskull, sin contar a los ya presentados Blaziken y Keckleon, que hicieron su debut previamente en el anime y a los que me había finalmente acostumbrado. Tendría yo unos nueve o diez años cuando, paseando por un shopping de mi ciudad, me encuentro en uno de esos locales de cartas y videojuegos -de los que ya no abundan- con un póster que anunciaba la salida de nuevos juegos de Pokémon, y antes de prestarle atención a tres figuras centrales -¿otra lagartija? ¿un pollito de fuego? ¿... qué mierda es esa cosa azul?- mis ojos se enfocaron en el que al día de hoy me parece uno de los mejores diseños de toda la Gen III: Duskull. Algo tan simple como tomar el concepto de la Parca y meterle todo el encanto y lo "cute" de los diseños clásicos de Pokémon da como resultado a un bichito que siempre me cautivó. Una excelente carta de presentación a una generación que acabaría generando polémica e irregulares opiniones, pero que por sí mismo se acomoda fácilmente entre los mejores de Hoenn. Es una pena que sus evoluciones, aunque excelentes a nivel competitivo, no lograron sostener todo el encanto del fantasma con la máscara de calavera.  

#8
Mega Banette


Sí, Shuppet es simpático. Sí, Banette siempre fue un concepto divertido y tétrico, y su boca-cremallera una inteligente y creativa decisión de diseño. Sí, ambos me gustan mucho, pero nada pueden hacer ante M-Banette. ¿De qué manera podemos potenciar al infinito un de por sí gran concepto? ¿Cómo cambiar el ya buen diseño de Banette para que su mega evolución luzca similar pero mucho mejor? Esta vez, en lugar de hacer lo mismo pero con ochenta púas por doquier, o cuernos innecesarios, o ametralladoras y jeans; le dieron en cambio una vuelta de tuerca de lo más coherente: Más cierres y cremalleras por todo el cuerpo, algunos de los cuales se abren ya sin poder contener encerrado su poder dejando ver parte de su verdadero aspecto, especialmente tres pares de garras con las que no precisamente se va a preocupar por cortar mantequilla. La nueva combinación de colores da por resultado un diseño espeluznante y genial que cierra por todos lados. ¿Qué? Es un buen juego de palabras, váyanse a cagar. xD

#7
Chandelure


Y llegamos a la generación con mayor cantidad de diseños polémicos, nefastos o sencillamente intrascendentes de las seis hasta ahora: la infame Gen V. La V de la victoria fue tal presentando a las que a día de hoy son, para muchos, las mejores entregas de Pokémon (BW y B2W2), pero fracasó estrepitosamente intentando mostrarnos otro tipo de diseño para sus criaturas. Sin embargo, unas pocas lograron salir no solo ilesas de la masacre en Internet, sino que pudieron ponerse bastante por encima de sus desafortunados compañeros de tren y, más aún, por encima de muchos otros buenos diseños en otras generaciones. Cuando echábamos en falta al tipo fuego y sentíamos que ya bastante se le había dado al tipo fantasma... Llegó Chandelure.
Una cadena evolutiva excelente -bueno, Lampent apesta un poco... pero nada que una Dusk Stone no pueda arreglar-, que se ve refinada, distinguida y... Simplemente bien. La última etapa es un candelabro de llamas azules y púrpuras, con un diseño netamente gótico y victoriano. Y, siguiendo un poco el estilo de Drifblim, aunque con un toque mucho más serio y oscuro, no se ve como un fantasma esencialmente malvado. Simplemente hace lo que tiene que hacer, y lo hace bien. Si el diablo leyera la biblia en la oscuridad, posiblemente elegiría a Chandelure para iluminar... y quemarla después.  

#6
Gourgeist


La sexta es -no corresponde hablar de ella en pretérito, aunque algo me dice que falta muy poco para que empecemos a hacerlo- una generación bendecida a la hora de recibir su nueva camada de Pokémon. Fueron muy pocos, más que nunca, pero uno los ve y entiende perfectamente por qué -sí bueno, además del trabajo exhaustivo que habrán hecho para cambiar los gráficos y ocuparse de las mega evoluciones xD-. Gourgeist es lo que es y a nadie tiene que dar explicaciones por serlo: una jodida calabaza de Halloween, con pelo rosa que da forma a sus brazos y manos, colmillos de vampiro y mucha, pero mucha actitud. ¿Qué más quieren? Es un fantasma que perfectamente pueden cultivar y ver crecer, muerto, en la huerta de su casa -porque estoy seguro de que tienen una- y que va a darte o un fuerte abrazo con su pelo-manos-loquemierdaseaeso o... ¿NITROCARGA? ¡¿LANZALLAMAS?! ¡¿ES UN VEGETAL FANTASMA QUE ADEMÁS USA ATAQUES DE FUEGO?! Listo. Compré. Y si todavía les faltan motivos para que esta bastarda supere a Chandelure, a M-Banette y a tu propia hermana, solo digamos que... Esto no te va a dejar dudas. Y el chiste lo completan como mejor se les ocurra.

#5
Giratina (Origin Form)


Y le hacemos lugar al primer -y único- legendario del Top. A decir verdad, mi afinidad por los legendarios no es inmensa, pero cada generación tiene algunos que captan mi interés y, más temprano o más tarde, terminan ganándose todo mi respeto. Giratina tardó. Su diseño original me parecía -bah, me parece aún- innecesariamente complejo, feo, con demasiadas patas y detalles por todos lados... Pero casi todos los legendarios en Sinnoh eran así. Sin embargo, con la llegada de Platinum y sus primeras imágenes, Giratina se ganó su propio cielo... En forma de un mundo tétrico, sin reglas espacio-temporales y donde sólo él podía reinar; transformado ahora en una especie de gusano colosal con monstruosas alas-tentáculo negras brotando agresivamente de su espalda. Realmente es una bestia difícil de describir, pero viéndola en acción uno nota que es de lo más parecido a un boss de Shadow of the Colossus que vas a encontrar en el mundo de Pokémon. "¡Pero si sigue viéndose complejo, feo y lleno de detalles grotescos!", dirán. Y tienen razón. Pero reemplazar esa excesiva robustez y esas seis patas gordas e incómodas -además de las alas feas made in Digimon- le aporta mayor dinamismo al concepto. En su forma Origen es mucho más agradable imaginarse al dragón del averno volando, moviéndose de forma circular por los aires abriendo y cerrando portales para transportarse entre varios mundos o... simplemente causando destrucción sin piedad. Se gana su título de Pokémon Legendario con cada detalle excesivo en su incómodo diseño, y logra además ganarse el respeto de cualquiera que se lo cruce caminando por las paredes en el Distortion World.

#4
Froslass


Tenemos a un triángulo de queso Adler -Snorunt- que evoluciona en una cabeza gigante de hielo, monstruosa y grotesca -Glalie-. Hasta ahí, un par de Pokémon que no quedarán de ninguna manera en la memoria de prácticamente nadie... Si ni Ash debe acordarse de que tiene uno. Pertenecen a un tipo excesivamente débil -el tipo hielo- y no ofrecen grandes mejoras representando al mismo. Llega Gen IV. Llega una evolución nueva para Snorunt, que sí o sí debe ser hembra, que adquiere la forma de uno de los mitos de terror japoneses más populares de todos los tiempos: Froslass. Un fantasma de actitud irregular, que puede tanto salvar a los viajeros perdidos en las rutas nevadas y conducirlos por un camino seguro... O llevárselos consigo en medio de la tormenta de nieve, guiada por viejos rencores de su pasado como mujer antes de morir consumida por el frío de la noche. Un Pokémon sumamente misterioso e inquietante, pero de una fría y cautivante belleza muerta. Plus: tiene un kimono. Plus: le salen los brazos de la cabeza, como a la calabaza on-fire. Plus: NO-ES-UN-FUCKING-GLALIE. Clink; caja. 

#3
Sableye

Y entramos en el podio con un clásico absoluto de Hoenn: ¡Sableye! Una criatura querida por casi todos, porque tiene un diseño al que es imposible oponerle resistencia. Solo imagínenlo por un instante: agazapado en algún rincón oscuro de una cueva, viendo de él solo dos zafiros y un rubí brillando intensamente entre las sombras, y unos dientes filosos rasgando hiperactivamente joyas invaluables que él mismo extrae de las paredes. ¿Qué carajos es un Sableye? ¿Una representación de los extraterrestres? ¿Un diablillo travieso? ¿Un guiño al Gollum de Tolkien? Sea lo que fuere, fue en su época la combinación de tipos más imbatible de todas, sin que existiese ningún ataque que pueda hacerle daño súper efectivo (uhm, eso me suena familiar...) más allá de sus paupérrimas defensas que apenas y lo volvían una opción simpática y entretenida de usar en el competitivo. Sin embargo, Sableye no necesitó de un esquema de combate destructivo para volverse muy popular en todos lados. Movido por el carisma de su diseño antes que nada, logró crecer con el paso de las generaciones adquiriendo algunos ataques que, beneficiados por cierta habilidad oculta, lo volvieron una cara familiar en el ambiente competitivo. Ahora se viene una mega evolución para él, que promete molestar más que nunca con su joya-escudo gigantesca. Veremos, querido Sableye. Veremos... 

#2
Phantump


Arranco con lo importante, para que no quepan dudas: Phantump es mi Pokémon de tipo fantasma favorito. No, no es el de background más interesante, tétrico o creativo. No, no es una bestia destructiva en batalla, ni lo sería con ochenta Evolite encima. Pero, a mi juicio, es un diseño absolutamente redondo y perfecto, sin una sola falla. No voy a extenderme demasiado con éste, porque aquello que se gana el amor más profundo e intenso de una persona generalmente es lo que menos puede explicarse... ¡Pero sólo miren a Phantump! No hay algo más adorable que él en la sexta generación, y posiblemente en ninguna otra. Su diseño vuelve a las raíces de la primera generación, siendo tan sencillo como eficaz: el espíritu de un niño inocente que se perdió en el bosque -la temática de x cosa perdida en x lugar dio fruto a muchísimos Pokémon de tipo fantasma, sí, pero también a las leyendas urbanas de la mitología paranormal en general-, una entidad de color negro que cubre su rostro con parte de la corteza de un tronco, del que surgen dos ramas como cuernos adornadas en las puntas por dos pares de hojitas verdes. Sus ojos rojos, grandes y expresivos, terminan de dar forma a mi diseño y concepto favorito de entre todos los fantasmas del mundo Pokémon. Sin más explicación. Pero... ¿No queda un puesto más aún? Solo un Pokémon podía cometer la irreverencia de arrebatarle descaradamente el primer lugar, en un Top de mis 10 Pokémon tipo Fantasma preferidos, a mi Pokémon tipo fantasma preferido... Y, sí gente, tenía que ser él:

#1
Gengar


Una hazaña semejante solo puede causarla algo mucho más grande que la nostalgia, mucho más trascendental que un gran diseño o un enorme poder -que los tiene ambos y sobradamente-, y es el alma de una idea. Gengar fue el primer y único fantasma soberano -con perdón de sus pre evoluciones, claro- en Gen I, concebido desde cero como la sombra de algo más... Como la parte oscura, perversa y prohibida de algo luminoso, puro y delicado. Es posible que varios no lo sepan, pero Gengar fue uno de los primeros Pokémon en ser ideados y dibujados por el mismísimo Satoshi Tajiri. Esto sería solamente un dato interesante y anecdótico, de no ser porque, en realidad, parece ser el resultado de la corrupción de otro Pokémon: Clefable. Viéndolos bien, ambos comparten muchos rasgos en común: son regordetes, de extremidades cortas pero orejas puntiagudas... Uno oscuro, siniestro y con picos tóxicos en la espalda; la otra rosa, amable y con un par de alitas con las que puede revolotear a la luz de la luna. Gengar es, como su especie lo indica, el Pokémon Sombra. ¿La sombra de Clefable?
Más allá de cualquier mito, lo cierto es que el fantasma de Kanto es uno de los Pokémon que mayor historia carga a su espalda, volviéndose desde el principio un monstruo terriblemente popular y querido por todos. Sea por su aspecto regordete, su sonrisa maléfica pero traviesa y simpática a la vez, sus ojos rojizos y penetrantes; o por haber sido uno de los primerísimos diseños de la  franquicia -junto a otros como Rhydon o Lapras-; o por ser uno de los primeros que vemos apenas iniciamos nuestra aventura en Kanto, enfrentándose contra un Nidorino que, presiento, no acabó muy bien ese combate; incluso viendo el anime, en el que su oponente ahora es un gigantesco Onix... Sea cual fuere la razón por la que lo elegiste, Gengar es uno de los Pokémon emblema de la franquicia. Uno de los pocos OU (Over Used, Pokémon usados frecuentemente en el juego competitivo debido a su excelente potencial en combate) que siempre se respeta en cualquier equipo; porque su fama, su peso y su gloria van mucho más allá de su innegable poder. Su flamante mega evolución fue rápidamente desterrada y prohibida por ciertas personas que tiemblan de miedo al verse atrapados y despojados de su propia sombra. Ahora, Gengar es tu sombra, y el fantasma por excelencia entre todos los fantasmas. Sin discusión.

martes, 21 de octubre de 2014

Disponible la demo de ORAS en América (chillen todos)

¿Te tomaste el tiempo y la molestia de registrarte en esa horrenda web de Pokémon Trainer Club, donde comprar ropa es más importante que cosas realmente relacionadas a tu juego preferido? ¿No te llegó aún ningún fucking mail con el código para bajar gratis la demo especial de ORAS? ¿Tu pareja te dejó por considerarte demasiado friki y sentís que la vida ya no tiene sentido?

¡Buenas noticias! ¡Acceder a la demo está al alcance de todos desde hace un rato!
Si no aguantás más y no te quedan uñas por masticar de la ansiedad... Me dejo de hablar tonterías y voy al grano. xD


    

Éste link es la clave, y te va a redirigir a una página de Facebook a la cual vas a tener que darle Like para que te obsequie generosamente el código necesario. Sin trucos ni mafias facebookeanas de por medio. Si justo ahora no tenés la 3DS a mano para bajar la demo con el código, podés asociarlo a tu cuenta desde la página de Nintendo e-Shop, introduciendo tu Nintendo ID y el código de la demo generado en la página de Facebook. De esta forma, te "apartás" el código de descarga para vos y queda ligado a tu cuenta para que lo uses cuando quieras sin temor a quedarte fuera de todo el hype.

El tren del hype arriba en Hoenn. Próxima estación: ¡El cielo mismo!

lunes, 20 de octubre de 2014

Novedades para el anime: ¡¿Serena usa tanga?!

No, no usa. Es un dibujito animado y no debe tener más de once años, enfermos. >_O 

Pero empezó a circular la primer imagen oficial de lo que será la siguiente temporada del anime, correspondiente a la Saga XY.




A simple vista descubrimos incorporaciones nuevas al equipo de nuestros protagonistas, como la esperadísima evolución de Froakie en Frogadier -dato de color: primer starter de agua de Ash que evoluciona, y el segundo poke de agua en evolucionar después del olvidado Kingler-, y que previsiblemente llegará a su última fase evolutiva porque, bueno... Así vende más peluches y juguetes. Además, podemos observar que el Fennekin de Serena evoluciona en Braixen, habiendo tenido... ¿cuántas? ¿Cinco batallas en lo que va del anime? Malditos pokesteroides. xD
Del lado de las incorporaciones novedosas, vemos un Ryhorn -de Serena, si estos ponjas aún no perdieron la coherencia- y un Treecko. Sería muy fantasioso pensar que pertenece a Max -¿se acuerdan de Max?-, que viaja a Kalos desde Hoenn convertido ya en un entrenador oficial... Pero claramente va a ser el nuevo peluche de Bonnie, o mismo de Serena. Supongo que se dieron cuenta de lo inerte que fue durante todos estos capítulos y ahora de golpe le evolucionan al fénec y le dan tres Pokémon nuevos, como para que no la jodan por un rato.

Como sea, todos sabemos que lo que importa acá es que esta avalancha de novedades significan un opening nuevo. Tras el horror de Best Wishes y sus eternos episodios sin canciones nuevas -bueno, todo fue un horror con Best Wishes-, XY está sacando números para volverse una de las mejores sagas del anime de Pokémon. Esperemos que se vengan episodios, cuanto menos, entretenidos.


(Esto no es) Pokémon: es Real - I

I

8 de Junio de 20XX
Ruta 131, Hoenn

Sucede durante la noche, aunque todo esté pasando de día. En lo más alto de la construcción más alta -aquél majestuoso pilar que conecta la mundana tierra con el divino cielo- un relámpago infernal es escupido por los dioses desde el firmamento, estrellándose contra la torre. Un rugido lo ensordece y aturde, pero él no se deja intimidar. Sabe que tiene una misión, y que de no cumplirla muchas vidas sufrirán el jaque mate. Alza todo lo que puede su vista buscando a la bestia que produjo el iracundo vozarrón. Lo habían despertado. Otro relámpago explota peligrosamente cerca. Su rostro está empapado; fuertes gotas de lluvia incesante golpean su vestimenta y vientos agresivos sacuden el gorro de lana blanco que cubre su cabello. Le dedica un repaso fugaz a las seis esferas diminutas que forman fila en su cinturón y luego aferra sus puños, temblorosos, al manubrio de su maltrecha bicicleta de carreras. No hay tiempo que perder. Un tercer rayo marca el punto de partida y, con un grito de esfuerzo desgarrador, empuja los pedales con sus pies entumecidos. Fue un largo viaje, en la región más hostil que había visitado hasta ahora.
La bicicleta azul traza una línea perfectamente recta sobre la arena empapada y se adentra en el inmenso portal del Pilar Celeste. La tormenta despliega con maestría sus nubes negras sobre el cielo, permitiendo apenas algunos destellos ocasionados por sus propias descargas eléctricas, gracias a los cuales él sabe hacia dónde avanzar. Su bicicleta es de las mejores, pero sabe que sólo podrá confiar en ella si se deja guiar por el instinto y la velocidad. Dudar o detenerse no es opción. Un haz de luz chispeante aparece a tiempo en el maltrecho recinto permitiéndole eludir por poco algunos hoyos en el suelo. Sus ojos, protegidos por unos pequeños goggles verdes, divisan una rampa en espiral que le permitirá rasgar el techo si sube por ella. La construcción por dentro está bañada por una ruidosa y desesperante colonia de Golbat que revolotean por doquier emitiendo chillidos supersónicos espantados por los rayos. No se amedrente, y sus pies solo aceleran más y más el empuje a los pedales, cuyo mecanismo impulsa el giro de las resistentes ruedas de la bicicleta, atravesando la planta baja en tiempo record. Comienza a subir, y el esfuerzo que le supone ir cuesta arriba solo es opacado por la dificultad de eludir casi a ciegas a las criaturas aladas y venenosas y a los hoyos en el suelo, pulverizado por batallas legendarias o por explosiones eléctricas como las que ahora mismo se abalanzaban sobre él. Derecha. Izquierda. Otra vez izquierda, intentando alejarse del borde de la pendiente todo lo posible. Una figura satinada cruza un muro a su derecha interponiéndose en su camino. La aparición tuerce su enorme cabeza gris hacia él enseñándole una macabra sonrisa de dientes dorados que no son dientes. Con una destreza que desconocía poseer se tira violentamente hacia un costado sin detener la marcha ni por un instante, rozando su hombro y parte del torso contra los muros polvorientos y empapados del pilar, y agachando su cabeza hasta encontrarse de frente con el propio manubrio de la bicicleta consigue eludir un envite directo del siniestro fantasma. El Banette no se da por vencido y, sin despegar sus ojos inyectados en sangre del nuevo blanco fijado, comienza a volar hacia él atravesando a cada murciélago azul que se interpone en su camino, o simplemente reventándolos con incesantes bolas sombra que estrella en sus rostros. Él no necesita voltearse: sabe que lo siguen. Y pronto deja de ser uno solo, surgiendo del suelo y de las paredes tantos Banette que superan fácilmente la decena. Otro relámpago se estrella contra el Pilar Celeste, esta vez tan cerca suyo que estuvo a punto de desbarrancar. La bicicleta no hace otra cosa que ganar velocidad, por más empinada que se encuentre la pendiente que escala la torre, por más resbaladizo que se encuentre el suelo resquebrajado bajo sus neumáticos. Por un momento logra juntar el suficiente coraje como para soltar el manubrio con su mano izquierda, llevándola rápidamente a su cinturón y tomando con firmeza una de las esferas que portaba. Oprimiendo el botón central de la pokébola, ésta se infló y luego se partió en dos abriéndose y vomitando un haz de luz rojizo que materializó a sus espaldas una criatura bípeda que superaba su propia estatura. Levantó su mirada, descuidando el suelo un instante para comprobar que ya le faltaba menos para la cima, y tras escuchar el orgulloso gorjeo de la bestia verde que acababa de liberar tras él, rugió la orden con todas sus fuerzas:
- ¡Hoja aguda!
Dos palabras fueron suficientes para borrar las sonrisas en los rostros de la horda de fantasmas que se abalanzaban sobre el chico desde todas las direcciones. El lagarto verde agitó su abultada cola con forma de pino y tensó en una fracción de segundo cada músculo en sus fornidas piernas, estallando en una corrida frenética por los muros de concreto que crujían bajo sus garras, mientras blandía las delgadas protuberancias de sus brazos bañándolas en un fulgor a la vez que adquirían una forma mucho más similar a guadañas. El joven entrenador pedaleaba con fuerzas sobrenaturales en contra de las fuerzas de la naturaleza, subiendo la cumbre en forma de espiral como alma que lleva el diablo y perdiéndose a sus espaldas una brillante, y dolorosa, demostración de poder y habilidad por parte de su Sceptile, quien destajaba con sus sables a las muñecas fantasmales como si de manteca estuvieran hechas. Desde arriba, desde abajo, corriendo sobre los muros al ras del suelo, dando volteretas en el aire al tiempo que se llevaba en el camino a dos Banette al mismo tiempo. Los más listos se dieron por vencidos rápidamente e intentaron huir, pero un segundo era demasiada espera para el veloz gecko. Dos esgrimas finales y el Sceptile terminó de despachar a los perseguidores de su entrenador, quien ya lo había dejado considerablemente atrás y estaba a menos de treinta metros de alcanzar el techo. Un instante fue suficiente para adelantarlo, preparándose para cualquier posible hostilidad fuera de la torre.
La lluvia golpeaba con más intensidad en lo alto del Pilar Celeste, y el corazón del muchacho se sacudía violentamente dentro de su pecho. El aire se percibía tenso, asfixiante, y un frío asesino guiado por vientos que confluían allí desde los polos más extremos de la región entumecía sus nudillos temblorosos. Un último exhalo de energía lo llevó a la cima de la torre sagrada. Su Sceptile allí lo esperaba, ligeramente agazapado y con un brazo torcido hacia adelante blandiendo una de sus hojas con forma curva y afilada, clavando sus penetrantes ojos ambarinos en algún punto del cielo. Se bajó de la bicicleta torpemente y casi resbala sobre un charco de agua, pero consiguió dar algunos pasos abrazando su propio torso y apretando los dientes por el gélido clima que reinaba en lo más alto. No tenía el tiempo ni las fuerzas para realizar cálculos, pero no estaba a menos de seiscientos metros sobre el nivel del mar. Las lluvias torrenciales golpeaban su espalda empujadas por la corriente de aire, y un coro de truenos comenzó a retumbar aún más amenazante en el firmamento que ahora parecía tener a centímetros de distancia. Ése era el firmamento. Su leal bestia verde mecía con aparente calma la cola formada por hojas oscuras, nutriéndose de la misma lluvia y con cada músculo de su cuerpo preparado para explotar de nuevo. El lazo entre ellos era fuerte, y las pocas semanas que habían transcurrido desde que se conocieron parecían ahora años de aventuras y combates a la par, pero nunca se habían enfrentado a algo como esto. El muchacho se ajustó los goggles y dio algunos pasos más poniéndose delante de su Sceptile, quién soltó un gruñido de reproche al exponerse de esa manera al peligro. Un rayo explotó tan cerca de ellos que el chico apenas alcanzó a cubrirse, siendo alcanzado por una onda expansiva que lo empujó hacia un costado despegándolo del suelo y salpicando pequeños fragmentos del concreto que golpearon y arañaron su brazo. Pero su pokémon, aún más veloz que la misma descarga eléctrica, se acomodó en una fracción de segundo bajo su entrenador deteniendo su caía con el entramado de hojas que formaban su prominente cola.
- ¡¡SCEPTILE!! –rugió el reptil enfurecido, insultando en su lenguaje al mismísimo cielo que se cernía sobre ambos. El muchacho le dio las gracias con la voz entrecortada y aturdido por el estruendo, ignorando por completo el dolor que le producían los cortes y golpes que se había hecho en el brazo.
Nuevamente y sin piedad, el cielo volvió a escupir otro rayo fulminante sobre sus cabezas, un haz de luz inmenso como una flecha envuelta en fuego y trueno cayó en picada sobre el entrenador y su pokémon, tan rápido que ni siquiera Sceptile podría haber reaccionado. El tiempo pareció congelarse por un instante, y para sorpresa de ambos ninguna explosión se había sucedido esta vez. El lagarto de los bosques se irguió rápidamente adoptando una amenazante postura de combate, cubriendo su frente y su retaguardia con el par de enormes y afiladas guadañas que sobresalían de sus delgados brazos.
La lluvia no cesaba, la corteza terrestre vibraba constantemente y fuertes ráfagas de viento azotaban cada árbol de la región. Imaginó con angustia cómo ya varios pueblos y ciudades estarían sufriendo los primeros síntomas de una gran inundación, pero, pese a ver frente a sus ojos cómo cascadas de agua caían del cielo, sobre su cabeza ya no salpicaba una sola gota. Sceptile también lo notó: estaban completamente aislados de la lluvia torrencial, como si un techo hubiese aparecido de repente sobre ellos para resguardarlos. Pero no era un techo.
Un sonido apaciguado, suave, pero con una gravedad y un tono marcadamente amenazante surgió desde lo profundo del ser que reposaba suspendido en el cielo sobre el joven entrenador y su pokémon. Él, bajándose los goggles casi por inercia, no podía ni pestañear.
Superaba los siete metros de largo, enrollando su cuerpo serpentiforme de color esmeralda y surcado por algunas líneas amarillas y rojas, y balanceaba su cola con intimidante parsimonia. Dos extremidades terminadas en seis garras sobresalían en la parte superior de su cuerpo, adornado a su vez por varios anillos con aletas cortas que, de así desearlo, podrían desplazarlo a velocidades infernales por los cielos o, quién sabe, incluso por el espacio exterior. De su cabeza sobresalían cuatro cuernos delgados que apuntaban hacia las diagonales, y una boca amplia sobre la cual dos pequeños ojos de un brillante amarillo rodeado por cuencas completamente oscuras los observaban a pocos metros sobre sus cabezas. Sus rasgos ofidios de reptil lo delataban: era un dragón. Rayquaza, el dragón de los cielos, juzgaba desde las alturas con su mirada al entrenador y su Sceptile, emanando un aura de poder como ellos jamás había presenciado.


- ¡¡Hijo, ya está la cena, a comer!!
La voz de su madre lo devolvió, sobresaltado, a la realidad. Esa realidad desprovista de las emociones de enfrentar a hordas de fantasmas y finalmente al guardián de los cielos que reposa en lo más alto de una torre babilónica, en medio de tormentas y terremotos. Una realidad que lo sitúa ahora entre las cuatro paredes blancas de su habitación. Entre sus manos temblorosas por la aún palpitante excitación sostiene una consola portátil de videojuegos de color violeta –una Game Boy Advance- y a su alrededor, sobre la cama en la que estaba sentado apoyando la espalda contra la pared, hay desparramadas un montón de tarjetas de todos los colores –un juego de cartas intercambiables, o TCG-, entre las cuales se apartan y se acomodan en fila prolijamente seis bien diferenciadas, cada una representando una de las criaturas del popular videojuego: un Ninetales, un Gardevoir, un Manectric, un Skarmory, un Walrein y un Sceptile.
El chico de pelo castaño largo y despeinado que rondaba los once años de edad, guardó la partida del juego, cuyos gráficos compuestos de coloridos pixeles mostraban en la brillante pantalla rectangular la imagen de un pequeño y cabezón chico enfrentado cara a cara al sprite, ligeramente mayor, de un serpentino dragón verde, inmóvil. Se puso de pie de un salto dejando sobre la cama su consola y, tras una última mirada al juego que lo mantenía obnubilado hacía ya varios días, esbozó una sonrisa de satisfacción y salió de su cuarto.
La ventana que daba al balcón del departamento dejaba ver tras su vidrio el paisaje de una ciudad oscurecida por la noche, y por las nubes abultadas en el cielo. Entonces, empezó a llover.


8 de Junio de 2005
Buenos Aires, Argentina